El Amigos Soto Barco F.S. logró una victoria de las que marcan temporadas, imponiéndose por 5-3 al Alto Aller F.S. en un partido que tuvo de todo: lluvia de goles inicial, una tarjeta roja determinante y una remontada fulgurante en la segunda mitad.

El triunfo tiene un valor doble para los locales. En lo anímico, por la forma en que se produjo; y en lo clasificatorio, por el salto cualitativo que supone. Con estos tres puntos, el Amigos Soto Barco escala hasta la octava posición con 12 puntos, situándose a tan solo dos unidades de los puestos que dan acceso a la ansiada Copa Principado. Por contra, la derrota supone un duro castigo para el Alto Aller, que cae a la undécima plaza y se queda estancado en los 10 puntos, viendo frenada su progresión.

El encuentro arrancó sin tregua ni fase de estudio. El Alto Aller F.S. saltó a la pista con una efectividad demoledora, decidido a dinamitar el partido por la vía rápida. A los tres minutos, Víctor Álvarez inauguraba el marcador para los visitantes (0-1), y apenas dos minutos después, Andrés Blanco ponía tierra de por medio con el 0-2 en el minuto 5. El inicio de los alleranos era impecable, pero la respuesta local fue inmediata. En ese mismo minuto 5, Iván López recortaba distancias (1-2), demostrando que el partido iba a ser un intercambio de golpes constante.

Lejos de amilanarse por el gol local, el Alto Aller volvió a golpear. En el minuto 8, Iván Fernández restablecía la ventaja de dos goles (1-3), poniendo contra las cuerdas a los de casa. Sin embargo, el Amigos Soto Barco se aferró al encuentro con uñas y dientes, y Rubén Fernández anotó el 2-3 en el minuto 9, cerrando un tramo inicial de locura ofensiva.

El momento crítico del choque llegó en el minuto 17. El guardameta local, Manuel Menéndez, vio la tarjeta roja directa, dejando a su equipo con un jugador menos en pista durante dos minutos cruciales. Se presagiaba la sentencia del Alto Aller, que gozó de superioridad numérica para ampliar la renta. Sin embargo, el Amigos Soto Barco ofreció una lección de sacrificio defensivo, cerrando espacios y logrando mantener el 2-3 hasta recuperar la igualdad numérica y llegar al descanso con vida. Esa resistencia en inferioridad cambió la inercia psicológica del duelo.

Tras el paso por vestuarios, el guion cambió radicalmente. El Amigos Soto Barco, reforzado moralmente por haber sobrevivido al asedio, salió decidido a voltear el marcador. La insistencia tuvo premio cerca de la media hora de juego. En el minuto 29, Jorge Hernández lograba el ansiado empate (3-3), y sin dar tiempo al rival a asimilar el golpe, Iván López firmaba su doblete particular apenas un minuto después (min. 30) para poner el 4-3. En sesenta segundos mágicos, los locales habían dado la vuelta al partido.

El Alto Aller intentó reaccionar en el tramo final, buscando el empate a la desesperada, pero se topó con un equipo local muy serio y ordenado. Con los visitantes volcados, Jorge Hernández apareció de nuevo en el último suspiro (min. 40) para sentenciar el encuentro con el definitivo 5-3.

El pitido final desató la euforia en Soto del Barco, que ve cómo su equipo no solo sabe jugar, sino también sufrir y remontar ante la adversidad, presentando sus credenciales para pelear por todo en esta primera vuelta.